dimecres, 29 d’agost del 2007

Conclusiones USA (v2): Consumismo

(Fotos: A. Mayol, E. Molina)

Estados Unidos es el país del consumo. Especialmente en las grandes ciudades, el consumo está presente en todos los rincones. Establecimientos, tiendas, "malls", delis, etc. Todo está preparado, listo y dispuesto para que saques la tarjeta y los billetes y consumas, gastes sin parar, desde que te levantas hasta que te acuestas.

Consumir te ayuda a ser feliz. Y el mercado se adapta a ti y no al revés. El mercado estudia la multiplicidad de gustos y produce para todos, sin excepción, para que todo el mundo encuentre su lugar y el producto que mejor responde a sus necesidades.

El consumidor conoce sus derechos y los exige. A diferencia de lo que hacemos aquí, el cliente pregunta sobre el producto en casi todas las ocasiones. Se interesa por sus materiales, sus ingredientes, sus efectos y sus adversidades. Asimismo, el servicio tiende a ser bastante bueno. La atención al cliente es sustancialmente mejor que en España. Por ejemplo, en el caso de los restaurantes, la mayoría de camareros se presentan, responden con simpatía a las preguntas y siguen el estado de la mesa en todo momento. De la calidad de su servicio dependerá la propina que dejes, la cual no debería ser inferior al 15% del precio final. Por lo tanto, tenemos unos trabajadores incentivados a caer bien y prestar un buen servicio.

Seguimos con la pasión de los americanos: comer. La diversidad del país se hace evidente en la cultura gastronómica. Los americanos, a diferencia de los europeos, deciden donde comer o cenar en función del tipo de comida que les apetece. Chino, japonés, tailandés, indio, mexicano, italiano, restaurantes vegetarianos, vegans, etc. La oferta es infinita. Para todos ellos, existe un servicio de "deliver" mediante el cual, si no te quieres mover de casa, te lo traen. Igualmente, es lo más normal llevarse a casa la comida que no te has acabado. Has pagado por ello y tienes derecho a disfrutarlo cuando te plazca. Sobre el tema "deliver" y el de llevarse la comida sobrante a casa, hay que reconocer que estamos a años luz.

Por último, una particularidad muy concreta con el café: ¿Por qué los americanos sirven tan caliente el café? ¿Por qué hay que esperar al menos 15 minutos a poder beberlo? ¿Será por la cultura del "take away"? ¿Para que cuando llegues a la oficina aún siga caliente? Desde el caso de la señora que denunció a una importante empresa de alimentación por haberse quemado la lengua con un café, todos los vasos de café advierten por escrito de su elevada temperatura. No obstante, y a pesar del aviso, ¿por qué debe estar ardiendo? Si alguien conoce alguna explicación, será bien recibida.

Hasta aquí el segundo capítulo de conclusiones. El siguiente abordará el lado humano de los americanos.