diumenge, 16 de setembre del 2007

Finalmente, IKEA

(Fotos: A. Mayol, E. Molina)

En su momento hablé de mi inminente visita a IKEA, de mi iniciación en estos nuevos mundos desconocidos repletos de grandes sorpresas. Pues bien, el sábado pisé por primera vez el archiconocido centro de muebles y cosas para el hogar. ¿Conclusiones generales?

- Ir a la hora de comer es un gran acierto, no sientes el agobio de las aglomeraciones que empiezan a formarse a medida que avanza la tarde.

- Los famosos hot dogs no son tan buenos como algunos decían. El precio, no obstante, es muy correcto.

- Hay que tirar de comodín de la llamada a los "papis" para saber cuál es el mejor colchón (el de látex o el de espuma).

- Es imposible encontrar sábanas.

- Los suecos ponen nombres muy raros a las cosas y quieren que todos los ciudadanos del planeta los aprendamos. Hay que ejercitar la memoria para identificar malm con cama o arvinn con silla.

- La eficiencia sueca chirría cuando se mezcla con la cultura latina.

En definitiva, una experiencia interesante que habrá que volver a repetir en el futuro. En marcha anda la república independiente de nuestra casa.

2 comentaris:

Demabloggo ha dit...

Jo tb he fet les meves incursions a Ikea, i crec que t'has deixat algunes cosetes a la part de conclusions:

- No s'han de comprar copes, es trenquen només mirar-les (i ja no t'explico si ets dels que tenen el costum de rentar el plats...).
- Lo barato sale caro. Vaig comprar una lampara, i vaig haver de tornar dos vegades a canviar-la (benzina doble...), les copes, gots, etc. són "de usar y tirar", els mobles "ganga" són d'una qualitat bastant baixa, i els de bona qualitat et surten pel mateix preu a una botiga normal (amb la diferència que els de la botiga normal ja venen montadets).

Ah!!!! Quin és el millor matalàs? El queno es compra a Ikea (Flex, Relax,...).

Anònim ha dit...

ay..que demabloggo eres..