dijous, 3 de maig del 2007

Síntomas de uno que pasó los 25

(Foto: P. Leg)

Doctor, doctor, estoy preocupado, tengo síntomas que antes no tenía...

¿Cuáles son, joven?

Bueno, son unos cuantos. Se los iré soltando como me vengan y usted ya me dirá qué me pasa...

Vamos a ver... Empiezo por el comer y el beber. Las grandes comilonas me comportan efectos dañinos para el estómago. Las flatulencias consecuentes son malolientes (antes eran practicamente inodoras). Asimismo, las noches de gran farra me ocasionan resacas infernales de dos días. De ahí que, desde hace tiempo, cuando salgo por la noche y estoy en la barra saboreando esos traguitos de whisky-cola, piense en el día después, en cómo afectará esa "copichuela" de más a mi pequeño organismo.

Cuando juego al fútbol dudo a veces en poner la pierna. Temo romperme algo. Cuando practico otros deportes de aventura me pasa lo mismo. ¡He perdido la inconsciencia! Con la valentía que yo tenía para todo ese tipo de deportes...

Por otro lado, no puedo vivir sin mi agenda. Planifico las vacaciones a tres meses vista, compro entradas para conciertos que se celebran a finales de año y organizo cenas para dentro de cuatro semanas. Mi tiempo de ocio se ha ido recortando con los años; no obstante, lo disfruto mucho más, le saco más partido. Quedo sólo con gente que me interesa y me cae bien e intento evitar a los/las plastas que no me aportan nada. Las cenas con los amigos son entrañables, grandes... aunque cada vez más recordamos cosas del pasado, las grandes hazañas que compartimos...

Cada vez me cuesta más falsear y quedarme callado cuando algo me molesta, sobretodo, cuando recibo un mal servicio y soy yo el que paga. Si algo me indigna, me rebelo e intento que mi queja llegue a las instancias pertinentes, por muy altas que sean.

Sobre el trabajo, de vez en cuando hago un parón y reflexiono. Me pregunto si toda la inversión en formación ha tenido los resultados que esperaba. Pienso dónde estoy y dónde me gustaría estar y en muchas ocasiones, no acabo de sentirme satisfecho. No me pasa muy frecuentemente, intento hacer esas reflexiones cada "x" meses...

Sobre la vida, estoy en vías de abandonar el nido materno, emanciparme e ir a vivir con mi novia. Creo que será duro darme cuenta que las camisas no van solas del cubo de la ropa sucia al armario, bien planchaditas y plegaditas. Ni que la "señora cena" te espera al llegar a casa, caliente, en su punto. Además, creo que tendré que pisar una tierra llamada Ikea. La gente me dice que es un sitio muy bonito con muchas cositas para la casa pero no me lo acabo de creer.

¿Qué más? ¡Ah sí! He empezado a mirar el pronóstico del tiempo en la tele y en Internet, cosa que nunca antes hacía y es más, ¡cojo el paraguas cuando llueve! Después de todas mis críticas a ese chisme innecesario que llevan las abuelas para intentar sacar los ojos de la gente. ¡Cojo el paraguas! Qué triste...

Ya acabo, doctor... Llevo aspirinas en el neceser cuando marcho de fin de semana. Después de ducharme y antes de salir a la calle me seco el pelo (no fuera que me constipara). Pero hay algo peor, mucho peor: ¡me ha salido un proyecto de barriga que no consigo eliminar!

¿Qué me pasa, doctor? Dígame. ¿Por qué todos estos síntomas tan de golpe?

Apreciado paciente, no tiene razones por las que preocuparse. Usted no tiene un problema, usted pasó los 25 hace un tiempo.

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Me apunto al grupo de terapia "Peter Pans traumatizados".Por cierto, este fin de semana hay previsión de lluvia.
MMY

Anònim ha dit...

Companys de teràpia,

Caldria d’afegir-hi en aquests símptomes:

1- Adonar-te que viure de la renta de la genètica i de la gràcia divina s’està acabant i decideixes plantar-te en una perfumeria/farmàcia i COMENÇAR A CUIDAR-TE. Acabes sortint de la botiga amb cremes anticelulitiques, antiarrugues.... i sobretot un 50% menys de la nòmina.

2- Desitjar que arribi el cap de setmana per descansar i dormir.

3- Preferir fer un sopar tranquil o una bona costellada a passar tota una nit ballant i bevent com a “cosacos”

4- Començar a mirar, quan et compres una peça de roba, si caldrà planxar-la o no!

Bueno, quan comenceu la teràpia de grup m’aviseu!!

Anònim ha dit...

Doncs els que veiem els trenta a l'horitzó ni us explico...

Dilluns passat vaig notar un nou símptoma. Estava amb uns amics, a un restaurant, i només acabar la meva mousse de llimona (fa 9 anys, hauria demanat una "Fiesta del chocolate"), em vaig sorprendre dient: "Tinc nonetes, em sembla que quan paguem, marxo a dormir"