
Desde hace una década que se oye hablar del concepto "Nueva Economía". Se utiliza para describir las economías de los países desarrollados, cada vez más globales e interrelacionadas, en las que la información y el conocimiento son las bases de la producción, la productividad y la competitividad, y la red el sistema de organización general.
Si la Nueva Economía acaba cubriendo gran parte de los sectores laborales de nuestros mercados, el proletariado del siglo XXI va a ser "el proletariado digital". Dícese de la especie con formación medio o medio-alta que utiliza los medios de producción de las nuevas tecnologías para realizar tareas monótonas, mecánicas y alienantes (como pueden ser la entrada de datos y contenidos) imprescindibles para el resultado final de tal producción.
Si en el siglo pasado fueron las clases obreras quienes soportaron el peso de la industrialización masiva, en este les va a tocar a los pica-teclas y pica-mouses, a los obreros de las TIC, contribuir en gran parte al crecimiento económico global. Todo ello bajo condiciones de estrés, frustración y precariedad, que irán mellando en los estados anímicos de esta nueva clase trabajadora.
No obstante, habrá algo peor que ser un proletario digital: un proletario a secas. Dícese de la especie que no tiene acceso ni conoce las nuevas tecnologías y en consecuencia, no puede acceder al mercado laboral. La brecha digital crea y creará outsiders, desplazados de la evolución y del sistema, obligados a buscar salidas a su estado de marginación.
Con todo, tanto proletarios digitales como proletarios a secas lo van a tener difícil. Unos por las condiciones laborales sofocantes; los otros directamente por su exclusión.
Si Marx y Engels levantaran la cabeza, dirían algo así como "¡Proletarios digitales del mundo, uníos!"
3 comentaris:
Y yo me pregunto... Sí cada vez la tecnología hace nuestro trabajo más rápido y nos ayuda a augmentar la productividad, ¿Por qué coño cada vez trabajamos más, con más estrés, con menos salario y menos derechos? Sinceramente, que alguien me instruya, porqué yo no lo entiendo
amic boadella, totalment d'acord. Dos libros marcan el principio y el final de esa esperanza: "El fin del trabajo" de jeremy rifkin y "¿El fin del trabajo o el trabajo sin fin?" de Alonso y lasierra
Adrià, muchas gracias por la recomendación literaria. A ver si me los puedo leer para
resuelver el enigma.
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